Estuvimos en el puente de la Virgen, en este extraordinario restaurante, que cuenta con una terraza muy agradable, donde degustamos repetidamente de unos platos exquisitos, tanto de pescados como de carnes y un pulpo que te levanta la boina, a unos precios equilibrados y buenos para la gran calidad ofrecida, todo ello con una atención excelente y familiar ofrecida por su personal, destacando la cordialidad y buen hacer de Jano, su alma mater, a quien de la mano de su chef de cocina, les auguró el mayor de los éxitos.
A nada que le hagan un poco de publicidad y se den a conocer, el éxito está asegurado. Mis mejores deseos. Un abrazo. Miguel